Querido
Diario:
Creo
que definitivamente no vendrá.
¡Me
dejó embarcada como una mismísima pendeja!
Y
yo que le creí cuando me dijo que le gustaría salir conmigo
hoy.
Nunca
hay que creerle a un tipo que te conoce y te quiere besar en la misma fiesta.
¡Y
yo me dejé besar como una mismísima puta!
La
verdad es que besa rico.
Mejor
me seco otra vez las lágrimitas con el último Kleenex que
me queda en la cajita, porque sino te voy a mojar las páginas.
¡Debo
haber gastado una caja entera esta noche!
La
papelera está rebosante y no cabe un papel más.
¿Qué
sería lo que no le gustó?
¡Y
hoy me arreglé especialmente para salir al cine con él!
Y
me puse la falda corta gris plomo, con la abertura de lado que es super-sexy.
Me
sequé bien el pelo con el secador, cosa que detesto.
Me
toma demasiado tiempo que puedo usar en cosas más importantes.
Sin
embargo éste parecía seriecito.
Y
medio pensante.
Bueno,
analizándolo bien, como que no era tan ser pensante que se diga.
Cuando
le hablé de libros me sacó el cuerpo como un torero.
Olé,
y olé, y olé.
Pero
estaba buenísimo.
Tenía
un colorcito de playa que ni te cuento.
Además,
era bien buenmozo.
¡Si
por lo menos llamara!
Tendría
otro cuento que contarte.
Quizás
es mejor así.
Yo
no lo llamo ni loca.
¡No
señor!
¿Qué
se habrá creído el tercio?
¿Que
hay que jalarle bolas?
¡Yo
no!
¡A
otra con esa payasería!
Ya
vengo, Diario, está sonando el teléfono.
...
¡Regresé!
Era
él.
Imagínate
que me dijo que había tenido un accidente.
Que
se le había cerrado la puerta de la casa y no podía entrar
a cambiarse antes de que llegara alguien más y estaba en short y
sin cartera.
¿Tú
crees que yo le voy a creer un cuento así?
A
otra con esa historia de comiquitas baratas.
Yo
lo mandé para el mismísimo carajo.
Le
dije que era un embarcador de mierda.
Que
no me volviera a llamar.
¡Así
se debe hacer!
Estoy
segura que va a llamar de nuevo.
¡A
los hombres les encanta que los traten mal!
Allí
está, suena el teléfono, seguro que es él.
¡Pero
no voy a contestar!
¡Que
llame mañana!
Si
le da la putísima gana.
Si
no, que se vaya para el carajo donde lo mandé.
¡Gracias,
querido Diario, ya me siento mejor!
Mañana
te contaré qué pasó.
Mientras
tanto voy a ver un rato de televisión.
No
tengo la cabeza para la lectura esta noche.
Chao.
¡Hasta
mañana!
p.d:
¿Y
si era una llamada de otro?
¡Coño,
mejor ni pienso en eso!
¡A
lo mejor lo llamo mañana!
|
|